viernes, 13 de mayo de 2011

veamos como FREUD Y ERICKSON EXPLICAN EL DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD DE LAPRIMERA INFANCIA.


1. Freud y su "Teoría Psicosexual":

Los psicólogos han ideado varias teorías para explicar como se socializan
los seres humanos.

Una de ellas es la teoría psicoanalítica, la cual explica la socialización a través del proceso de identificación, que es el resultado de la solución de los complejos de Edipo y Electra.

Para Freud, la primera infancia para correspondería a lo que él llamaba
"la etapa fálica" o "genital temprana".

Aquí el lugar del placer biológico es la boca y el ano, toda la zona
genital, Freud pensaba que en esta etapa los niños hombres estarían más
influidos por un vínculo sexual a la madre, y las niñas por un vínculo
sexual hacia el padre.

El autor ejemplifica su idea basándose en el hecho de que en esta
época los niños tienen gran curiosidad por saber de donde vienen los bebés,
y aprender sobre el acto sexual de los padres. Incluso en esta época sus
conversaciones están llenas de bromas "sucias", pero más respecto al baño
que al dormitorio. Otro asunto que fascina a los niños en esta etapa son
las diferencias corporales entre hombres y mujeres, niños y adultos.

Complejo de Edipo: Es el proceso que ocurre en el niño hombre, y que
incluye sentimientos sexuales por la madre, miedo al padre, y la represión
de estas emociones. Esta represión le permite al niño identificarse con su
padre. Todas estas situaciones producen en el niño angustia. Para resolver
esta angustia el niño desarrolla la identidad de hombre.

El complejo de Edipo viene del antiguo mito griego en que Edipo, sin
saberlo mata al padre, y se casa con la madre. Al saber lo que hizo se
arranca los ojos.

Freud dio este nombre del héroe trágico a su idea de que cada niño
pequeño se enamora de su madre, y tiene pensamientos asesinos hacia su
padre.

Según la teoría de Freud, el amor del niño (3 a 6 años) hacia su
madre es tan grande, que tiene insinuaciones sexuales, lo cual pone al niño
en competencia con el padre. Inconscientemente el niño quiere tomar el
lugar del padre, pero reconoce el poder de éste. Cuando se da cuenta que
las niñas no tienen pene, imagina que algo les ha pasado, y se angustia
pensando que su padre lo va a castrar por los sentimientos que tiene hacia
su madre. A este fenómeno Freud lo llama "angustia de castración".

Por lo tanto, el niño temeroso reprime los sentimientos sexuales
hacia su madre y deja de rivalizar con el padre, llegando a identificarse
con éste.

Complejo de Electra: Es lo mismo que el complejo de Edipo, pero aquí es la
niña la que tiene sentimientos sexuales hacia el padre, y rivaliza con la
madre. También se angustia mucho ante esta situación. Resuelve su
problemática identificándose con la madre.

Aquí Freud tomó el mito griego de la esposa que asesina a su marido
(el rey) para quedarse con su amante, y la hija para vengar al padre mata a
la madre y al amante.

Envidia del pene: La niña en esta época tiene envidia por ese órgano tan
visible que ella no tiene. Si la niña rechaza estos sentimientos de
envidia, va a desarrollar en la adultez una neurosis. Mientras que si
sucumbe a esta envidia, va a guardar la esperanza de tener uno y volverse
hombre. De todas maneras, según Freud ella se siente inferior y es probable
que se vuelva contra su madre. Finalmente, una niña normal cambia su deseo
de tener un pene por el de tener un hijo.

Desarrollo del "Super-Yo":

Si la solución del complejo de Edipo y de Electra es exitosa, se
desarrolla el super-yo (5 a 6 años).

Super-Yo Aspecto de la personalidad que representa los
valores e ideales sostenidos por los padres. Se desarrolla a través de la
introyección, que equivale a el proceso por el cual el niño se identifica
con el padre del mismo sexo e integra los cánones mores de éste.

El super-yo tiene dos aspectos:

1) El yo ideal, que son los "debo", vale decir el comportamiento al que
aspiramos y por el que somos recompensados y nos sentimos orgullosos.

2) La conciencia son los "no debo", es decir el comportamiento por el que
somos castigados, y del que nos avergonzamos o sentimos culpables.

A través del super-yo que opera en forma inconsciente, el niño
incorpora conceptos acerca de lo que es correcto e incorrecto, de manera
que pueda controlar sus comportamientos en vez de actuar bajo el control de
otras personas.

Según Freud las niñas no son tan morales como los hombres porque no
tienen miedo de castración, por lo que no desarrollarían un super-yo tan
fuerte.

En la primera infancia el super-yo es rígido,

con la madurez se vuelve más realista y flexible, lo que le permite al hombre funcionar de acuerdo a principios más elevados y que tengan que ver también con sus propios intereses.

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